jueves, 17 de marzo de 2011

Un problema que es muchos problemas.

Desde la última vez que escribimos al respecto, las cosas, más allá de encontrar una salida, han venido creciendo de una manera terrible y por demás extraña, pues, de más está decirlo, esta proliferación es imposible sin el total amparo de las autoridades, digamos que es imposible, por la visibilidad de el accionar de estos lugares, que, ni un solo policía, y ni un solo funcionario del oficialismo de la Ciudad se de cuenta de que este problema ya es incontrolable.


Las imágenes que ustedes pueden apreciar son apenas un pequeña muestra de lo que una Avenida de la magnitud de Corrientes y demás avenidas y calles sufren a diario, digamos que, parecería que toda la Capital se está convirtiendo en una enorme zona roja, y no lo podemos decir de otra manera, pues, las familias que la caminan están a merced de estos volantes, de estas publicidades de casas de lenocinio, que muestran gráficamente mujeres desnudas y en poses sugestivas ofreciendo sus servicios con "ardientes" frases.
El turismo saca fotos, por algo será, será porque esta es otra muestra de lo que se dice y no se hace en nuestro país como en nuestra ciudad, los Gobernantes abren los brazos en el estrado y anuncian cosas que jamás son ciertas en un 100%, y ni se diga de las promesas electorales, son de una impunidad como no hay otras, sin control alguno uno puede ofrecer viajes a la estratósfera sin que nadie después le pueda reclamar el incumplimiento de su promesa.
Anoche veía como una pareja discutía, y se les acercaba un muchacho alto y corpulento, y, con un gesto casi imperceptible los mandó a trabajar, lo que la pareja, incluído un bebé de pecho, hizo instantáneamente con visible temor a la orden.
Por otro lado, se puede apreciar cómo estos volanteros arrancan los papelitos de las demás casas y ubican los suyos, ¿y que hacen con los papelitos que arrancan?, los tiran al suelo ante la mirada de los ciudadanos, y si pensamos que estos papelitos son miles, ya estamos hablando de otro impacto negativo de esa lucha publicitaria entre los prostíbulos.
¿Se puede desaparecer la prostitución?, no, nunca, ni se pudo ni se podrá desaparecer la prostitución de ninguna parte, calculamos que existe la prostitución hasta en el mismísimo Vaticano, y seguirá existiendo, ¿entonces?, CONTROL, laboral, sanitario, impositivo, las trabajadoras sexuales deben estar registradas, deben gozar de todos los beneficios que gozamos todos los ciudadanos, y deben llevar con responsabilidad su profesión, los prostíbulos deben ser controlados, en calidad y cantidad, para así lograr erradicar cuestiones terribles como la trata, las drogas, y demás demonios que nos aquejan. Los volanteros, que fungen a veces como guardaespaldas de estas casas también deben ser registrados, y el medio ambiente debe ser resguardado de la suciedad visual, material, que provocan, esto entre muchas otras cosas.
Más allá de la opinión de la Iglesia, debemos entender que estaríamos salvando vidas, estaríamos ahorrando para el sector salud, y estaríamos paleando una de las caras de la inseguridad abominable que nos aqueja.
¿Que cuesta?, trabajo, pareciera ser que eso es lo que les molesta.

1 comentario:

Mariluz GH dijo...

Nosotros por aqui tenemos problemas similares, amigo Max :(

Parece que a los que mandan les interesa que proliferen en las calles el comercio carnal y la suciedad y la insalubridad que conlleva además de la violencia que genera la prostitución callejera... y degeneración general de la juventud. Los políticos quieren votantes y nada más.

Opino que, dada la imposibilidad de acabar con el "negocio", que por lo menos estuviese regulado y pagase los debidos impuestos, como todos los "profesionales y empresarios" de todas las ciudades del mundo.

Abrazos y me alegra volver a 'verte' :)